domingo, 4 de mayo de 2014

Página 63

- Buenos días-. Saludó la joven besándole la mejilla como solía hacer cada mañana, pero esta vez todo era distinto, Marcos no le recibió aquel beso con una amplia sonrisa como solía hacer, le recibió con una sonrisa si, pero esta notó su sonrisa forzada y lo hizo notar con cara extrañada.
Niva le dedicó una mirada preocupada por aquel gesto, aunque ella si sabía por que era.
- En cuanto desayunemos nos vamos-. Dijo la joven niña de catorce años, parecía nerviosa, aunque eso en ella era algo normal, pero aun así se notaba que tenía ganas de ponerse en marcha.

Desayunaron algo de fruta, que el informante les proporcionó, lo hicieron en silencio.
Marcos seguía dándole vueltas al asunto, ensimismado y en silencio, de vez en cuando se daba cuenta de que Ruth le miraba de reojo preocupada, pero el seguía a lo suyo, no sabía que hacer, y dudaba mucho que lo fuera a saber algún día.

Recogieron todo y se encaminaron al círculo de teletransporte mas cercano, que se encontraba a unos kilómetros del bosque en el que se encontraban.

Tardaron unos minutos en salir del bosque, para después ponerse en marcha por un sendero que llevaba a ninguna parte.

Fueron todo el camino en silencio, Marcos seguía pensando en el mismo tema, de vez en cuando lanzaba una mirada a Ruth y comprobaba que ella también le miraba. No tenía ni idea de lo que iba a hacer al respecto, ni si quiera si se lo diría o se quedaría callado... ¿Como podía haber pertenecido a la oscuridad? Era algo que no le entraba en la cabeza, había creído conocerla, pero estaba claro que no, ¿Que mas escondería?

Al fin llegaron al círculo que los llevaría a la ciudad extremeña. Por un momento Marcos se olvidó del tema para volver a pensar en su familia, y en la ciudad a la que iban, se permitió sonreír por dentro unos segundos antes de que todo comenzara a temblar, una vez mas se acordó de que nunca se acostumbraría a esos temblores y ver como todo gira a su alrededor, se tuvo que sujetar a Niva para no caerse.
Los colores iban y venían en una espiral sin control, el suelo se movía, todo a su alrededor estaba en movimiento, excepto sus amigos que parecían no enterarse de lo que ocurría a su alrededor, ellos ya se habían acostumbrado, pero el nunca lo haría.

Cuando por fin todo paró pudo ver de nuevo su ciudad, estaba igual que como la recordaba, miró a su alrededor, había vivido cerca de allí, nunca se habría imaginado que en ese mismo sitio, por donde tantas veces había andado junto a su hermano habría un círculo de teletransportación.
Desde donde se encontraba podía ver la plaza de toros, la marquesina en la que solían esperar al autobús para ir a la plaza mayor. La tienda en la que de pequeños compraban chucherías. Y nada había cambiado a su alrededor y no pudo evitar sonreír al acordarse de todas aquellas cosas, por un momento el tema de Ruth lo dejó apartado a un lado. Bueno tal vez si que había algo que había cambiado, la gente, no estaba, la calle estaba completamente vacía.

- Tenemos que ponernos en marcha-. Le dijo Niva cogiéndole del brazo sacándole de su ensimismamiento, y como movido por un resorte se puso en marcha rumbo a ninguna parte, los demás le siguieron.
- ¿Sabes adonde vas?-. Preguntó Toni después de unos minutos andando.
- No tengo ni idea-. Negó Marcos.- Pero como no tenemos ningún plan, para encontrar al grupo de rebeldes, estaba recordando viejos tiempos-. Se encogió de hombros, de pronto se vio a el y a su hermano con cinco años jugando en un parque que cruzaban, volvió a sonreír.
- No tenemos tiempo para eso Marcos-. Dijo la niña apoyando una mano en su hombro.
- Que mas da, si ni siquiera sabemos adonde vamos, ni como encontrarles-. Se giró para mirarles.
- Pero puede haber sombras, y cualquier distracción puede ser fatal-. El joven pareció entenderlo.

Y así lo hizo volvieron a ponerse en marcha por las calles desiertas de Cáceres atentos de cualquier movimiento extraño.

Pero todo parecía tranquilo, no había señales de sombras por los alrededores, aunque tampoco de que allí viviera alguien
- ¿Que creéis que esta pasando aquí?-. Preguntó Ruth mirando hacía todos los lados.
Su voz hizo recordar a Marcos su secreto una vez mas y volvió a darle vueltas al mismo asunto ¿Ruth de la oscuridad? Pero no es posible que sea ella la infiltrada, Verorg no la hubiera herido de esa manera...Pero...¿Y si estaba todo calculado?.
- Puedo oler el miedo-. Contestó Niva sacando al joven de sus pensamientos.


Continuaron andando por una calle ancha llena de tiendas de ropa cerradas, Marcos recordaba esa calle un domingo cualquiera llena de gente, metiéndose en las tiendas y saliendo de ellas con una bolsa en cada mano, sonrió al recordar aquello.

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