miércoles, 30 de abril de 2014

Página 62

Pasaron el resto del día hablando de su inminente viaje a España a buscar al grupo de rebeldes, y como les encontrarían, al final aquello se lo dejaron a la suerte ya que no había ninguna manera clara de encontrarles.

Marcos despertó bien entrada la noche, cuando se habían ido a dormir le había tocado hacer guardia a Ruth, y aun la estaría haciendo ya que no la veía por ningún lado, volvió a mirar a su alrededor y tampoco vio a Niva, solo estaba Toni un poco alejado de donde el se encontraba, la hoguera que habían encendido hacía rato que se había apagado y ahora solo quedaban unas brasas rojas. Lo único que iluminaba el claro en el que se encontraban era una luna llena en el cielo. Se desperezó y se levantó buscando a sus amigas.

Era una noche fría, asique decidió encender la hoguera antes de marcharse para que Toni estuviera cómodo. Una vez encendida se incorporó y miró a su alrededor buscando una pista de hacía donde podían haberse ido, no deberían de estar muy lejos ya que el bosque estaba demasiado oscuro como para andar con tranquilidad, ni el hada mas habilidoso podría andar por allí a oscuras y sin conocer del todo el terreno.

Comenzó a caminar hacía una dirección al azar, hasta internarse unos cuantos metros en el bosque pero enseguida se volvió al no escuchar ninguna voz que le resultara conocida. Comenzó a bordear el claro agudizando los oídos intentando escuchar algo.

Cuando iba a olvidar la búsqueda y volverse a dormir le llegaron unas voces no muy lejos de donde el se encontraba. Gracias a su oído tan agudizado pudo comprobar que se trataban de Ruth y de Niva, aunque hablaban en susurro.

Decidió acercarse a ver que tal estaban pasando la noche. No tardó en localizarlas, se encontraban en un pequeño claro donde la luz de la luna les iluminaba a las dos, cuando iba a dejarse ver para saludarlas una sensación extraña le hizo detenerse y pararse a escuchar detrás de unos matorrales, las dos se encontraban de pié una frente a la otra, Niva seguía camuflada en el cuerpo de una niña de catorce años y parecían estar discutiendo.

- En algún momento tendrás que decírselo-. Dijo Niva susurrando.- No pueden seguir el camino sin que lo sepan-.
- ¿Y por que no? Hasta ahora hemos estado muy bien-. Protestó Ruth desafiándola con la mirada.
- Por que es algo que necesitan saber-.
Marcos estaba desconcertado ¿que era lo que Ruth estaba ocultando? Se puso de cuclillas y siguió escuchando.
- No estoy de acuerdo contigo-. Negó la joven.- Eso forma parte de mi pasado y no tengo por que recordarlo-.
- ¿Que te crees que pensarán si se enteran por ellos mismos?-. Preguntó, eso hizo dudar a Ruth que la miró con cara de preocupación, pero enseguida volvió a endurecerla.
- ¿Y como se van a enterar, si ni tu ni yo se lo decimos?-.
- Te recuerdo que en una ocasión estuvieron a punto de descubrirlo-. Le increpó mirándola a los ojos, a pesar de tener el aspecto de una niña de catorce años podría llegar a intimidar a cualquiera con esa mirada.- Si no llega a ser por mi, se hubieran enterado-.
- No hace falta que me lo sigas recordando-.
- Ruth, si no se lo cuentas tu, tendré que hacerlo yo-. Su voz parecía tranquila pero dejó ver.- Ya va siendo hora de que se enteren, y sea por nosotras-.
Marcos cada vez se sentía mas intrigado. ¿De que podrían estar hablando? Niva lanzó una rápida mirada al lugar donde el se escondía, y lo supo. La joven niña le había detectado desde el principio. Recordó unas palabras que le dijo tiempo atrás ‘’Hasta los humanos mas silenciosos sois demasiado ruidosos para el oído de cualquier criatura del bosque’’, pero entonces ¿por que no lo había delatado? Ella quería que escuchara esa conversación ¿pero tan importante era aquello que Ruth estaba ocultando?
- Esto no te incumbe Niva-. Dijo en tono desafiante.- Yo decidiré si decírselo o no, y tu no les dirás ni una palabra-.
- Pero no lo entiendes. Si se enteran por otra persona se pensarán que aun estás con ellos, y solo estás con nosotros para pasarles información-.
Marcos frunció el ceño, y una idea demasiado descabellada se le pasó por la cabeza. Eso era imposible, se lo habría contado, al menos a el, y no le habría judgado.
- Eso es una locura ¿Quien podría pensar que aun estoy con la oscuridad?-.
Marcos ahogó un grito al escuchar aquello, tuvo que mantener el equilibrio para no caerse, por un momento tuvo la sensación de que Ruth lo había escuchado (ya que Niva ya sabía que estaba ahí) pero cuando se volvió a asomarse para asegurarse, vio que se estaban mirando, encarándose y desafiándose con la mirada.
El joven no podía creérselo ¿Ruth con la oscuridad? No podía ser. No dejaba de darle vueltas a la cabeza, ya tumbado cerca de la hoguera haciéndose el dormido mientras Ruth se tumbaba a unos metros de el dejando a Niva haciendo guardia.

Necesitaba respuestas, ante aquella revelación. ¿Como es posible que lo hubiera ocultado durante tanto tiempo? ¿Y como se habría enterado Niva?.
Una imagen le vino a la mente de pronto. Estaban en Sidney, y Verorg aprisionaba a Ruth.
‘’ Ha pasado mucho tiempo desde la última vez’’
Recordaba haber hablado sobre aquello con Toni, pero los dos habían quedado que no había de que preocuparse. Estaba claro que se equivocaban.

Estaba furioso con ella Si era cierto que ya no formaba parte de la oscuridad ¿Por que lo ocultaba?, eso tendría que significar algo. Pero por otro lado, Niva confiaba en ella y el confiaba en Niva ¿Debería confiar el también en Ruth? La cabeza le daba vueltas, no sabía que hacer. Podía levantarse en ese mismo momento y empezar a gritarle cosas sin sentido y llamarle mentirosa, también podía hacer como si nada pasara y confiar en ella como había hecho hasta entonces. Podía pedirle explicaciones, pero ¿quien era el para pedirle explicaciones a ella? Era un secreto que quería guardar y no era nadie para sonsacarle la verdad,
Como que no era nadie, era el hijo de la luz(o eso decían)todo podría fastidiarse si en el último momento descubre que realmente seguía con la oscuridad y solo les estaba pasando información.
¿ Y si era ella la infiltrada de la que las criaturas del bosque hablaban, y la que dio la orden de atacar la ciudad de los elementos?
Pero había pasado muchísimo tiempo junto a ella, la conocía demasiado bien como para pensar que ella fuera de la oscuridad...¿Y si todo había sido una mentira?.

Estuvo toda la noche sin dormir dándole vueltas al asunto, sin llegar a ninguna conclusión, la cabeza le daba vueltas cuando se levantó junto a los demás. Niva ya estaba despierta ya que había hecho la guardia.

No había llegado a ninguna conclusión, no sabía que hacer respecto a aquello, pero si tenía algo claro, y se dio cuenta en cuanto giró la cabeza para ver a la chica de la que estaba enamorado. Ya no la veía del mismo modo del que lo había visto día tras día durante años.
La veía como una extraña a la que no conocía y que había formado su vida entorno a una mentira.


domingo, 27 de abril de 2014

Página 61

Continuaron caminando por callejuelas, encontrándose con distintas gentes, pero nunca con algún otro sombra, algo que agradecieron profundamente, pero aun así no dejaban de mirar hacía todos los lados

Llegaron a un callejón sin salida donde las paredes estaban llenas de puertas a los dos lados, caminaron hasta el final deteniéndose en una de ellas. Se colocaron a los dos lados de la puerta y fue Niva quien tocó con los nudillos.

Unos segundos después le llegaron unos ruidos de pisadas dentro de la casa, momentos después escucharon como alguien llegaba hasta la puerta y la abría. El culpable de aquello se dejó ver, era un joven,de unos veinticinco años, de pelo largo y ojos oscuros, parecía nervioso. Sin mediar palabra los cuatro entraron a un pequeño vestíbulo donde difícilmente cabían los cinco.

- Hace una semana que no se de vosotros-. Dijo el joven atropellándose con sus palabras, habían entrado al salón, era pequeño, solo cabía un sofá para dos personas y una butaca.
- No queríamos causarte problemas-. Dijo Niva sentándose en el sofá junto a Ruth, Marcos y Toni se quedaron de pie a su lado, mientras que el dueño de la casa se sentó en la butaca.
- Tengo noticias para vosotros-. Una media sonrisa se asomó en su rostro, parecía tranquilizarse por momentos, los cuatro presentes se inclinaron hacía delante para escuchar lo que aquel joven tenía que decirles.- Me han llegado noticias sobre gente que se está empezando a revelar contra la oscuridad-.
- ¿Y eso por que debería importarnos?-. Preguntó la joven niña con un tono de desilusión.
- Deberíais reuniros con ellos, y empezar a crear vuestra propia guerrilla-.
- ¿Y de que nos serviría eso?-. Niva comenzaba a mostrarse interesada por lo que aquel joven les contaba.
- Habéis permanecido en la sombra demasiado tiempo, ya va siendo hora de hacer ruido-. Una sonrisa se le dibujo en el rostro, los presentes se miraron unos a otros, parecían estar de acuerdo con aquellas palabras, y sin decir palabra se pusieron de acuerdo.
- ¿Donde están?-. Todos se inclinaron aun mas para escuchar bien la respuesta el joven comenzó a reirse.
- ¿Que donde están?-. Parecía que aquella pregunta le había hecho gracia.- Por todo el mundo-. Los jóvenes se miraron unos a otros impresionados por la respuesta.
- ¿De cuantos estamos hablando?-. Preguntó Marcos que había estado callado durante toda la conversación al igual que sus amigos.
- Me temo que para eso no tengo la respuesta, cientos, tal vez miles-. Se encogió de hombros al dar la respuesta.
- Por fin alguna información que merece la pena-. Sonrió la niña de catorce años.- No queremos molestarte mas, habíamos venido a por algo de comida si no te importa darnos algo-. Dijo levantándose, Ruth hizo lo mismo.
- Para los salvadores del mundo siempre hay algo-. Dicho esto salió del salón deprisa dejándoles solos.
- ¿Crees que es buena idea mostrarnos a la oscuridad?-. Preguntó Ruth preocupada.
- Puede ser una táctica inteligente-. Opinó Marcos.- Tenemos que hacer el suficiente daño como para que el hijo de la oscuridad se deje ver-. Aquellas palabras pareció convencer a la joven de pelo rubio.
- Y ya es hora algo de acción-. Dijo Toni animado sonriendo.

Unos minutos después el joven apareció con varias bolsas llenas de comida. Marcos cogió una y miró en el interior, había carne que podían asarla en una hoguera, también había galletas, pan y leche.
- No es mucho, espero que os sea suficiente-. Se disculpó el joven.
- Te damos las gracias por todo lo que has hecho por nosotros-. Dijo Niva inclinando la cabeza a modo de gratitud.
- He hecho una pequeña lista de los lugares donde hay movimiento de los rebeldes-. Entregó a la joven niña un papel con distintos nombres de lugares.- Tened mucho cuidado-.

Media hora después se encontraban de nuevo en el bosque a salvo de los sombras, dejaron las bolsas a un lado y se sentaron alrededor de los restos de la hoguera de la noche anterior.
- Saldremos mañana al amanecer-. Informó Niva mirando a los presentes que estuvieron de acuerdo
- ¿Y cual es nuestro primer lugar?-. Se interesó Toni, la joven niña desplegó el papel que le había dado el informador y leyó
- Cáceres, España-. Después de leer miró a Marcos, que abrió los ojos como platos.- Creo que te suena ese sitio-.
- Allí es donde vivía antes de todo esto-. Dijo a los demás mirando la madera chamuscada.- ¿Hay una rebelión allí?-. Preguntó a lo que Niva asintió sonriendo.
Marcos estaba entusiasmado por volver a la ciudad donde había crecido
Pero por otro lado ¿Realmente quería volver a aquel lugar? En aquel lugar había pasado la peor adolescencia que se podría imaginar, pero por otro lado aquella ciudad le recordaba a su familia. No pudo evitar sonreír al recordar cosas sobre ellos, las excursiones a la montaña, las comidas juntos, la vez en la que fueron a Portugal a pasar el día, lo recordaba todo, pero sentía miedo por si alguna vez los llegaba a olvidar.
- Según esto, los rebeldes no son muy numerosos-.Dijo refiriéndose a la lista.- Pero por lo visto están haciendo mucho daño-.
- Esas son buenas noticias-. Opinó Toni.- Pero ¿Que aremos cuando los reunamos a todos?-.
- Empezar a ganar terreno-. Se miraron unos a otros sonriendo.

Aunque nunca habían actuado, todos estaba deseando hacerlo, no podían seguir sin hacer nada viendo como la oscuridad se hacía con la tierra

sábado, 26 de abril de 2014

Página 60

Ya había amanecido cuando comenzaron a despertarse, para Marcos había sido una noche interminable, odiaba hacer guardia, pero si querían estar a salvo no quedaba mas remedio, decidieron bajar al pueblo a por algo de comida, era un pueblo pequeño a unos kilómetros del bosque en el que se habían quedado aquella noche.
 Ya habían ido a aquel pueblo en mas de una ocasión ya que corría el rumor de que había quien se estaba pasando al bando de la oscuridad, asique habían tenido que reducir la lista de gente de confianza.

 Ya entraban en el pueblo cuando tuvieron que esconderse, dos sombras deambulaban por la calle principal, estaban vigilando, ya que no dejaban de mirar hacía todos los lados. Por lo demás todo parecía tranquilo, la gente paseaba, se paraba a hablar entre ellos y reían. Pero detrás de esas risas y esas caras tranquilas, había miedo. La oscuridad había creado un reino del terror, que lo estaban pagando las gentes inocentes de todo el mundo, Los cuatro que presenciaban aquella escena se sentían culpables, por no haber podido hacer nada al respecto.

- Alguien a tenido que avisar de que estamos por aquí-. Dijo Niva fijándose en los sombras, la gente se apartaba para dejarlos paso, les temían.
- Si somos rápidos podemos acabar con ellos antes de que den la alarma-. Dijo Toni llevándose la mano a su arco, la joven niña le puso le detuvo.
- No podemos arriesgarnos-.
Cuando se perdieron de vista salieron de su escondite y caminaron rápidamente por el lado contrario por el que se habían ido los sombras, la gente se quedaba mirando, algunos trataban de esconderlos con sus cuerpos de los sombras que se alejaban, otros se apartaban sin querer saber nada del asunto, pero nadie decía nada, a su alrededor se formaba un silencio sepulcral.
- ¿No crees que no es buena idea salir a la vista después de que nos hayan delatado?-. Preguntó Marcos en forma de susurro mientras miraba hacia todos los lados buscando algún otro sombra, tenía la mano en su empuñadura dispuesto a desenvainar su arma si hacía falta.
- No veis lo que pasa-. Dijo Niva que iba en cabeza.- La gente nos apoya, quien nos vio la última vez fue un sombra con el suficiente miedo como para atacarnos-. Aquello tranquilizo a Marcos.
- ¿Crees que estas gentes saben quienes somos?-. Pregunto Ruth sin miedo a que le escucharan ya que no entendían su idioma.
- No lo creo-. Contestó la niña.- Pero somos unos extraños con unas armas, pensaran que vamos a salvarles-.
Los cuatro doblaron una esquina dejando la calle principal para meterse en un estrecho callejón vacío dejando atrás el vullicio.
- Sepan o no sepan quienes somos, tenemos que dejar de venir a este pueblo-. Dijo Marcos sin parar la marcha.- Corremos mucho riesgo-.

Llegaron a una calle mas ancha donde las pocas personas que la transitaban se quedaron mirándolos, dejando lo que estaban haciendo, por suerte ningún sombra rondaba por allí. Sin hacer caso los cuatro bajaron la calle a paso ligero.
- En este pueblo no hay casi vigilancia-. Dijo Niva.- ¿ O acaso quieres que nos pase lo mismo que nos pasó en París?-.
Marcos tragó saliva recordando aquello.
Llevaban unas semanas viviendo en un edificio abandonado, tenían a varias personas que les daban comida e información pero un día todo se torció, después de pasar tanto tiempo sin ningún peligro se confiaron demasiado, y para no llamar la atención por la calle dejaban las armas en el edificio. Un día un grupo de Sombras les reconocieron. Se salvaron por los pelos, pero Marcos salió mal herido y tuvo que hacer reposo durante unas semanas antes de que estuviera del todo recuperado.
- No, no quiero que vuelva a pasar lo de París-. Respondió tras unos segundos en silencio

miércoles, 23 de abril de 2014

Página 59

Ya ni os acordareis de mi, siento muchísimo todo este tiempo que he estado sin actualizar el blog, he estado algo liado y no encontraba tiempo pero quiero deciros que aquí estoy de nuevo con la segunda parte de esta historia que comencé hace unos cuantos meses ya, que es ''Los 4 Elementos''
Espero que lo disfrutéis como yo disfruté escribiéndola
Sin nada mas que decir aquí os dejo con el comienzo de la segunda parte.


Pasaron varios años desde que tuvieron que dejar ciudad de los elementos fortuitamente.
Todo había cambiado desde entonces, ahora que los hijos de los elementos estaban en paradero desconocido, poco a poco fueron ganando terreno y ya se habían echo con la gran mayoría del planeta, algunas pequeñas aldeas perdidas en las montañas de todo el mundo aun estaban a salvo, podría ser por que la oscuridad no tenía ningún interés en ellas, o simplemente no se habían percatado de que estaban allí.
Mientras que en las grandes ciudades, las personas vivían esclavizadas, como si de una dictadura se tratase, habían creado sus propias leyes, que acataban sin rechistar ya que si lo hacían podían acabar muertos.

Mientras que los jóvenes que tuvieron que dejar la ciudad de los elementos, ahora se encontraban en un pequeño bosque de Alemania, mantenían alguna relación con los pocos informantes que quedaban, ya que lo primero que hicieron los sombras fue eliminarlos,
No dejaban de viajar de un lado a otro buscando alguna pista que les dijera donde se encontraba el hijo de la oscuridad, pero sin ningún éxito. No se rendían a pesar de todo.

- Tendremos que volver a bajar al pueblo-. Dijo Niva, con su voz infantil.- Nos vuelve a escasear la comida-.
Todos se miraron unos a otros.
- Corremos el riesgo de que nos encuentren-. Dijo Marcos que ahora lucía una barba de tres días, y el pelo negro le llegaba hasta los hombros.

Solían bajar a los pueblos a casa de algún informante a recaudar comida, nunca se quedaban mucho tiempo para no levantar sospechas entre los sombras que vigilaban, pero siempre corrían el riesgo de que les pudieran sorprender. Muchas veces les habían ofrecido cobijo, pero no querían arriesgarse ni poner en peligro al informante, y solían acampar en bosques o montañas algo alejados de las ciudades o los pueblos.

- Es un riesgo que debemos correr-. Dijo Ruth, que se encontraba sentado junto a Toni.
- Hoy hace dos años de la muerte de Meg-. Dijo el joven mirando al cielo.
Ninguno se había percatado de la fecha, y se miraron unos a otros en silencio ¿como podían haberse olvidado de algo así? Marcos se sintió mal por eso al momento, aunque también era verdad que habían estado demasiado ocupados para pararse a pensar en que día vivían.
- Hace tiempo que dejé de contar los días-. Se escusó Niva mirando al cielo, era de noche, y miles de estrellas iluminaban el claro en el que se encontraban.- Pero pronto llegará el día en el que podamos vengarla-.
- Y a mi familia-. Digo Marcos, con tristeza, aun había días que se acostaba con lágrimas en los ojos acordándose de ellos, Niva apoyó una mano en su hombro reconfortándole.
- Pero cuando llegará ese día-. Toni desde que tuvieron que dejar la ciudad de los elementos se había mostrado mas ambicioso que lo normal acerca de encontrar su objetivo.
- Siento que cada vez estamos mas cerca-. Informó la joven niña de catorce años.
- Llevamos años andando de aquí para allá, sin ninguna noticia del hijo de la oscuridad-. Se quejó Toni, cogiendo un palo del suelo y partiéndolo en dos.
- El mundo está acabado, y nosotros no hemos podido hacer nada-. Se lamentó Ruth abrazándose las piernas
Marcos se rascó la barba pensativo, una barba de tres días que había dejado crecer hacía tiempo.
Cada día desde que se enteró quien era realmente había estado intentando manifestar su poder sin ningún éxito, al fin y al cabo ¿quien sabía con exactitud que el era el hijo de la luz? Esa era la última esperanza que les quedaba para librarse de la oscuridad en el mundo, asique no podía mostrar sus dudas ante esa realidad.

Estuvieron hablando hasta bien entrada la noche, después decidieron dormirse a la luz de una hoguera que habían encendido, a pesar de ser verano las noches en aquel bosque eran frías. Niva haría la primera guardia para que los demás durmieran tranquilos.
Marcos despertó horas después, el fuego aun ardía en el centro del pequeño claro, Niva había estado avivando las llamas todo ese rato.
Se incorporó mirando a su alrededor, pero estaba todo muy oscuro para poder ver mas allá de la luz que ofrecía las llamas de la hoguera, vio cerca de el a Ruth dormir plácidamente, durante unos segundos estuvo mirándola con una sonrisa en la boca, acto seguido miró la hoguera que aun ardía en el centro del claro.

Buscó con la mirada a Niva que aun debía de estar de guardia, y así era, la vio unos metros alejada del grupo durmiendo mirando el cielo estrellado, se encontraba de espaldas al grupo y parecía pensativa. Marcos se levantó y se acercó en silencio esquivando a Toni.
- Ya no recuerdo como es dormir tranquilamente-. Dijo Niva antes de que Marcos llegara a su lado, a este no le sorprendió lo mas mínimo que le hubiera escuchado acercarse a pesar de haber sido lo mas sigiloso posible.
- Yo no recuerdo lo que es comer decentemente-. El joven se sentó a su lado y se puso al igual que ella a mirar las estrellas.
- Tengo una extraña sensación desde hace tiempo-. Dijo el hada sin dejar de mirar el cielo, Marcos giró la cabeza y continuó en silencio esperando la continuación de la frase.- No creo que todo esto vaya a algún lado-.
- ¿Por que lo dices? Cada vez estamos mas cerca de nuestro objetivo-. Le animó Marcos apoyando su mano en el hombro de su amiga.
- No te mientas a ti mismo ¿Que hemos conseguido durante estos dos años? Absolutamente nada-.
Marcos se quedó pensativo, tenía razón, por mucho que habían investigado, por mucho que habían buscado, solo habían encontrado muerte y desolación, pero ni rastro del hijo de la oscuridad.
- Pero no podemos rendirnos, tenemos que seguir indagando-. Dijo Marcos.- Estoy seguro que tarde o temprano llegaremos a nuestro objetivo.
- ¿Como lo haces?-. Preguntó, el joven la miró sin comprender.- Para estar optimista en todo momento, hasta yo, que soy el optimismo en persona decaigo de vez en cuando, pero tu no, pase lo que pase, siempre tienes alto el ánimo-.

- Supongo que me viene de serie-. Se encogió de hombros sonriendo.- Y te repito, estoy seguro de que llegaremos a nuestro objetivo-. Sonrió ampliamente pasando el brazo por los hombros de la joven niña.- Y no solo eso, si no que venceremos-. Esas palabras parecieron subir el ánimo de Niva por que una amplia sonrisa se le dibujo en su rostro, esta apoyó la cabeza en su pecho, y así se quedaron hasta que Niva quedó dormida, el joven la llevó en volandas cerca del fuego y se sentó algo alejado del grupo a hacer guardia