domingo, 4 de mayo de 2014

Página 63

- Buenos días-. Saludó la joven besándole la mejilla como solía hacer cada mañana, pero esta vez todo era distinto, Marcos no le recibió aquel beso con una amplia sonrisa como solía hacer, le recibió con una sonrisa si, pero esta notó su sonrisa forzada y lo hizo notar con cara extrañada.
Niva le dedicó una mirada preocupada por aquel gesto, aunque ella si sabía por que era.
- En cuanto desayunemos nos vamos-. Dijo la joven niña de catorce años, parecía nerviosa, aunque eso en ella era algo normal, pero aun así se notaba que tenía ganas de ponerse en marcha.

Desayunaron algo de fruta, que el informante les proporcionó, lo hicieron en silencio.
Marcos seguía dándole vueltas al asunto, ensimismado y en silencio, de vez en cuando se daba cuenta de que Ruth le miraba de reojo preocupada, pero el seguía a lo suyo, no sabía que hacer, y dudaba mucho que lo fuera a saber algún día.

Recogieron todo y se encaminaron al círculo de teletransporte mas cercano, que se encontraba a unos kilómetros del bosque en el que se encontraban.

Tardaron unos minutos en salir del bosque, para después ponerse en marcha por un sendero que llevaba a ninguna parte.

Fueron todo el camino en silencio, Marcos seguía pensando en el mismo tema, de vez en cuando lanzaba una mirada a Ruth y comprobaba que ella también le miraba. No tenía ni idea de lo que iba a hacer al respecto, ni si quiera si se lo diría o se quedaría callado... ¿Como podía haber pertenecido a la oscuridad? Era algo que no le entraba en la cabeza, había creído conocerla, pero estaba claro que no, ¿Que mas escondería?

Al fin llegaron al círculo que los llevaría a la ciudad extremeña. Por un momento Marcos se olvidó del tema para volver a pensar en su familia, y en la ciudad a la que iban, se permitió sonreír por dentro unos segundos antes de que todo comenzara a temblar, una vez mas se acordó de que nunca se acostumbraría a esos temblores y ver como todo gira a su alrededor, se tuvo que sujetar a Niva para no caerse.
Los colores iban y venían en una espiral sin control, el suelo se movía, todo a su alrededor estaba en movimiento, excepto sus amigos que parecían no enterarse de lo que ocurría a su alrededor, ellos ya se habían acostumbrado, pero el nunca lo haría.

Cuando por fin todo paró pudo ver de nuevo su ciudad, estaba igual que como la recordaba, miró a su alrededor, había vivido cerca de allí, nunca se habría imaginado que en ese mismo sitio, por donde tantas veces había andado junto a su hermano habría un círculo de teletransportación.
Desde donde se encontraba podía ver la plaza de toros, la marquesina en la que solían esperar al autobús para ir a la plaza mayor. La tienda en la que de pequeños compraban chucherías. Y nada había cambiado a su alrededor y no pudo evitar sonreír al acordarse de todas aquellas cosas, por un momento el tema de Ruth lo dejó apartado a un lado. Bueno tal vez si que había algo que había cambiado, la gente, no estaba, la calle estaba completamente vacía.

- Tenemos que ponernos en marcha-. Le dijo Niva cogiéndole del brazo sacándole de su ensimismamiento, y como movido por un resorte se puso en marcha rumbo a ninguna parte, los demás le siguieron.
- ¿Sabes adonde vas?-. Preguntó Toni después de unos minutos andando.
- No tengo ni idea-. Negó Marcos.- Pero como no tenemos ningún plan, para encontrar al grupo de rebeldes, estaba recordando viejos tiempos-. Se encogió de hombros, de pronto se vio a el y a su hermano con cinco años jugando en un parque que cruzaban, volvió a sonreír.
- No tenemos tiempo para eso Marcos-. Dijo la niña apoyando una mano en su hombro.
- Que mas da, si ni siquiera sabemos adonde vamos, ni como encontrarles-. Se giró para mirarles.
- Pero puede haber sombras, y cualquier distracción puede ser fatal-. El joven pareció entenderlo.

Y así lo hizo volvieron a ponerse en marcha por las calles desiertas de Cáceres atentos de cualquier movimiento extraño.

Pero todo parecía tranquilo, no había señales de sombras por los alrededores, aunque tampoco de que allí viviera alguien
- ¿Que creéis que esta pasando aquí?-. Preguntó Ruth mirando hacía todos los lados.
Su voz hizo recordar a Marcos su secreto una vez mas y volvió a darle vueltas al mismo asunto ¿Ruth de la oscuridad? Pero no es posible que sea ella la infiltrada, Verorg no la hubiera herido de esa manera...Pero...¿Y si estaba todo calculado?.
- Puedo oler el miedo-. Contestó Niva sacando al joven de sus pensamientos.


Continuaron andando por una calle ancha llena de tiendas de ropa cerradas, Marcos recordaba esa calle un domingo cualquiera llena de gente, metiéndose en las tiendas y saliendo de ellas con una bolsa en cada mano, sonrió al recordar aquello.

miércoles, 30 de abril de 2014

Página 62

Pasaron el resto del día hablando de su inminente viaje a España a buscar al grupo de rebeldes, y como les encontrarían, al final aquello se lo dejaron a la suerte ya que no había ninguna manera clara de encontrarles.

Marcos despertó bien entrada la noche, cuando se habían ido a dormir le había tocado hacer guardia a Ruth, y aun la estaría haciendo ya que no la veía por ningún lado, volvió a mirar a su alrededor y tampoco vio a Niva, solo estaba Toni un poco alejado de donde el se encontraba, la hoguera que habían encendido hacía rato que se había apagado y ahora solo quedaban unas brasas rojas. Lo único que iluminaba el claro en el que se encontraban era una luna llena en el cielo. Se desperezó y se levantó buscando a sus amigas.

Era una noche fría, asique decidió encender la hoguera antes de marcharse para que Toni estuviera cómodo. Una vez encendida se incorporó y miró a su alrededor buscando una pista de hacía donde podían haberse ido, no deberían de estar muy lejos ya que el bosque estaba demasiado oscuro como para andar con tranquilidad, ni el hada mas habilidoso podría andar por allí a oscuras y sin conocer del todo el terreno.

Comenzó a caminar hacía una dirección al azar, hasta internarse unos cuantos metros en el bosque pero enseguida se volvió al no escuchar ninguna voz que le resultara conocida. Comenzó a bordear el claro agudizando los oídos intentando escuchar algo.

Cuando iba a olvidar la búsqueda y volverse a dormir le llegaron unas voces no muy lejos de donde el se encontraba. Gracias a su oído tan agudizado pudo comprobar que se trataban de Ruth y de Niva, aunque hablaban en susurro.

Decidió acercarse a ver que tal estaban pasando la noche. No tardó en localizarlas, se encontraban en un pequeño claro donde la luz de la luna les iluminaba a las dos, cuando iba a dejarse ver para saludarlas una sensación extraña le hizo detenerse y pararse a escuchar detrás de unos matorrales, las dos se encontraban de pié una frente a la otra, Niva seguía camuflada en el cuerpo de una niña de catorce años y parecían estar discutiendo.

- En algún momento tendrás que decírselo-. Dijo Niva susurrando.- No pueden seguir el camino sin que lo sepan-.
- ¿Y por que no? Hasta ahora hemos estado muy bien-. Protestó Ruth desafiándola con la mirada.
- Por que es algo que necesitan saber-.
Marcos estaba desconcertado ¿que era lo que Ruth estaba ocultando? Se puso de cuclillas y siguió escuchando.
- No estoy de acuerdo contigo-. Negó la joven.- Eso forma parte de mi pasado y no tengo por que recordarlo-.
- ¿Que te crees que pensarán si se enteran por ellos mismos?-. Preguntó, eso hizo dudar a Ruth que la miró con cara de preocupación, pero enseguida volvió a endurecerla.
- ¿Y como se van a enterar, si ni tu ni yo se lo decimos?-.
- Te recuerdo que en una ocasión estuvieron a punto de descubrirlo-. Le increpó mirándola a los ojos, a pesar de tener el aspecto de una niña de catorce años podría llegar a intimidar a cualquiera con esa mirada.- Si no llega a ser por mi, se hubieran enterado-.
- No hace falta que me lo sigas recordando-.
- Ruth, si no se lo cuentas tu, tendré que hacerlo yo-. Su voz parecía tranquila pero dejó ver.- Ya va siendo hora de que se enteren, y sea por nosotras-.
Marcos cada vez se sentía mas intrigado. ¿De que podrían estar hablando? Niva lanzó una rápida mirada al lugar donde el se escondía, y lo supo. La joven niña le había detectado desde el principio. Recordó unas palabras que le dijo tiempo atrás ‘’Hasta los humanos mas silenciosos sois demasiado ruidosos para el oído de cualquier criatura del bosque’’, pero entonces ¿por que no lo había delatado? Ella quería que escuchara esa conversación ¿pero tan importante era aquello que Ruth estaba ocultando?
- Esto no te incumbe Niva-. Dijo en tono desafiante.- Yo decidiré si decírselo o no, y tu no les dirás ni una palabra-.
- Pero no lo entiendes. Si se enteran por otra persona se pensarán que aun estás con ellos, y solo estás con nosotros para pasarles información-.
Marcos frunció el ceño, y una idea demasiado descabellada se le pasó por la cabeza. Eso era imposible, se lo habría contado, al menos a el, y no le habría judgado.
- Eso es una locura ¿Quien podría pensar que aun estoy con la oscuridad?-.
Marcos ahogó un grito al escuchar aquello, tuvo que mantener el equilibrio para no caerse, por un momento tuvo la sensación de que Ruth lo había escuchado (ya que Niva ya sabía que estaba ahí) pero cuando se volvió a asomarse para asegurarse, vio que se estaban mirando, encarándose y desafiándose con la mirada.
El joven no podía creérselo ¿Ruth con la oscuridad? No podía ser. No dejaba de darle vueltas a la cabeza, ya tumbado cerca de la hoguera haciéndose el dormido mientras Ruth se tumbaba a unos metros de el dejando a Niva haciendo guardia.

Necesitaba respuestas, ante aquella revelación. ¿Como es posible que lo hubiera ocultado durante tanto tiempo? ¿Y como se habría enterado Niva?.
Una imagen le vino a la mente de pronto. Estaban en Sidney, y Verorg aprisionaba a Ruth.
‘’ Ha pasado mucho tiempo desde la última vez’’
Recordaba haber hablado sobre aquello con Toni, pero los dos habían quedado que no había de que preocuparse. Estaba claro que se equivocaban.

Estaba furioso con ella Si era cierto que ya no formaba parte de la oscuridad ¿Por que lo ocultaba?, eso tendría que significar algo. Pero por otro lado, Niva confiaba en ella y el confiaba en Niva ¿Debería confiar el también en Ruth? La cabeza le daba vueltas, no sabía que hacer. Podía levantarse en ese mismo momento y empezar a gritarle cosas sin sentido y llamarle mentirosa, también podía hacer como si nada pasara y confiar en ella como había hecho hasta entonces. Podía pedirle explicaciones, pero ¿quien era el para pedirle explicaciones a ella? Era un secreto que quería guardar y no era nadie para sonsacarle la verdad,
Como que no era nadie, era el hijo de la luz(o eso decían)todo podría fastidiarse si en el último momento descubre que realmente seguía con la oscuridad y solo les estaba pasando información.
¿ Y si era ella la infiltrada de la que las criaturas del bosque hablaban, y la que dio la orden de atacar la ciudad de los elementos?
Pero había pasado muchísimo tiempo junto a ella, la conocía demasiado bien como para pensar que ella fuera de la oscuridad...¿Y si todo había sido una mentira?.

Estuvo toda la noche sin dormir dándole vueltas al asunto, sin llegar a ninguna conclusión, la cabeza le daba vueltas cuando se levantó junto a los demás. Niva ya estaba despierta ya que había hecho la guardia.

No había llegado a ninguna conclusión, no sabía que hacer respecto a aquello, pero si tenía algo claro, y se dio cuenta en cuanto giró la cabeza para ver a la chica de la que estaba enamorado. Ya no la veía del mismo modo del que lo había visto día tras día durante años.
La veía como una extraña a la que no conocía y que había formado su vida entorno a una mentira.


domingo, 27 de abril de 2014

Página 61

Continuaron caminando por callejuelas, encontrándose con distintas gentes, pero nunca con algún otro sombra, algo que agradecieron profundamente, pero aun así no dejaban de mirar hacía todos los lados

Llegaron a un callejón sin salida donde las paredes estaban llenas de puertas a los dos lados, caminaron hasta el final deteniéndose en una de ellas. Se colocaron a los dos lados de la puerta y fue Niva quien tocó con los nudillos.

Unos segundos después le llegaron unos ruidos de pisadas dentro de la casa, momentos después escucharon como alguien llegaba hasta la puerta y la abría. El culpable de aquello se dejó ver, era un joven,de unos veinticinco años, de pelo largo y ojos oscuros, parecía nervioso. Sin mediar palabra los cuatro entraron a un pequeño vestíbulo donde difícilmente cabían los cinco.

- Hace una semana que no se de vosotros-. Dijo el joven atropellándose con sus palabras, habían entrado al salón, era pequeño, solo cabía un sofá para dos personas y una butaca.
- No queríamos causarte problemas-. Dijo Niva sentándose en el sofá junto a Ruth, Marcos y Toni se quedaron de pie a su lado, mientras que el dueño de la casa se sentó en la butaca.
- Tengo noticias para vosotros-. Una media sonrisa se asomó en su rostro, parecía tranquilizarse por momentos, los cuatro presentes se inclinaron hacía delante para escuchar lo que aquel joven tenía que decirles.- Me han llegado noticias sobre gente que se está empezando a revelar contra la oscuridad-.
- ¿Y eso por que debería importarnos?-. Preguntó la joven niña con un tono de desilusión.
- Deberíais reuniros con ellos, y empezar a crear vuestra propia guerrilla-.
- ¿Y de que nos serviría eso?-. Niva comenzaba a mostrarse interesada por lo que aquel joven les contaba.
- Habéis permanecido en la sombra demasiado tiempo, ya va siendo hora de hacer ruido-. Una sonrisa se le dibujo en el rostro, los presentes se miraron unos a otros, parecían estar de acuerdo con aquellas palabras, y sin decir palabra se pusieron de acuerdo.
- ¿Donde están?-. Todos se inclinaron aun mas para escuchar bien la respuesta el joven comenzó a reirse.
- ¿Que donde están?-. Parecía que aquella pregunta le había hecho gracia.- Por todo el mundo-. Los jóvenes se miraron unos a otros impresionados por la respuesta.
- ¿De cuantos estamos hablando?-. Preguntó Marcos que había estado callado durante toda la conversación al igual que sus amigos.
- Me temo que para eso no tengo la respuesta, cientos, tal vez miles-. Se encogió de hombros al dar la respuesta.
- Por fin alguna información que merece la pena-. Sonrió la niña de catorce años.- No queremos molestarte mas, habíamos venido a por algo de comida si no te importa darnos algo-. Dijo levantándose, Ruth hizo lo mismo.
- Para los salvadores del mundo siempre hay algo-. Dicho esto salió del salón deprisa dejándoles solos.
- ¿Crees que es buena idea mostrarnos a la oscuridad?-. Preguntó Ruth preocupada.
- Puede ser una táctica inteligente-. Opinó Marcos.- Tenemos que hacer el suficiente daño como para que el hijo de la oscuridad se deje ver-. Aquellas palabras pareció convencer a la joven de pelo rubio.
- Y ya es hora algo de acción-. Dijo Toni animado sonriendo.

Unos minutos después el joven apareció con varias bolsas llenas de comida. Marcos cogió una y miró en el interior, había carne que podían asarla en una hoguera, también había galletas, pan y leche.
- No es mucho, espero que os sea suficiente-. Se disculpó el joven.
- Te damos las gracias por todo lo que has hecho por nosotros-. Dijo Niva inclinando la cabeza a modo de gratitud.
- He hecho una pequeña lista de los lugares donde hay movimiento de los rebeldes-. Entregó a la joven niña un papel con distintos nombres de lugares.- Tened mucho cuidado-.

Media hora después se encontraban de nuevo en el bosque a salvo de los sombras, dejaron las bolsas a un lado y se sentaron alrededor de los restos de la hoguera de la noche anterior.
- Saldremos mañana al amanecer-. Informó Niva mirando a los presentes que estuvieron de acuerdo
- ¿Y cual es nuestro primer lugar?-. Se interesó Toni, la joven niña desplegó el papel que le había dado el informador y leyó
- Cáceres, España-. Después de leer miró a Marcos, que abrió los ojos como platos.- Creo que te suena ese sitio-.
- Allí es donde vivía antes de todo esto-. Dijo a los demás mirando la madera chamuscada.- ¿Hay una rebelión allí?-. Preguntó a lo que Niva asintió sonriendo.
Marcos estaba entusiasmado por volver a la ciudad donde había crecido
Pero por otro lado ¿Realmente quería volver a aquel lugar? En aquel lugar había pasado la peor adolescencia que se podría imaginar, pero por otro lado aquella ciudad le recordaba a su familia. No pudo evitar sonreír al recordar cosas sobre ellos, las excursiones a la montaña, las comidas juntos, la vez en la que fueron a Portugal a pasar el día, lo recordaba todo, pero sentía miedo por si alguna vez los llegaba a olvidar.
- Según esto, los rebeldes no son muy numerosos-.Dijo refiriéndose a la lista.- Pero por lo visto están haciendo mucho daño-.
- Esas son buenas noticias-. Opinó Toni.- Pero ¿Que aremos cuando los reunamos a todos?-.
- Empezar a ganar terreno-. Se miraron unos a otros sonriendo.

Aunque nunca habían actuado, todos estaba deseando hacerlo, no podían seguir sin hacer nada viendo como la oscuridad se hacía con la tierra

sábado, 26 de abril de 2014

Página 60

Ya había amanecido cuando comenzaron a despertarse, para Marcos había sido una noche interminable, odiaba hacer guardia, pero si querían estar a salvo no quedaba mas remedio, decidieron bajar al pueblo a por algo de comida, era un pueblo pequeño a unos kilómetros del bosque en el que se habían quedado aquella noche.
 Ya habían ido a aquel pueblo en mas de una ocasión ya que corría el rumor de que había quien se estaba pasando al bando de la oscuridad, asique habían tenido que reducir la lista de gente de confianza.

 Ya entraban en el pueblo cuando tuvieron que esconderse, dos sombras deambulaban por la calle principal, estaban vigilando, ya que no dejaban de mirar hacía todos los lados. Por lo demás todo parecía tranquilo, la gente paseaba, se paraba a hablar entre ellos y reían. Pero detrás de esas risas y esas caras tranquilas, había miedo. La oscuridad había creado un reino del terror, que lo estaban pagando las gentes inocentes de todo el mundo, Los cuatro que presenciaban aquella escena se sentían culpables, por no haber podido hacer nada al respecto.

- Alguien a tenido que avisar de que estamos por aquí-. Dijo Niva fijándose en los sombras, la gente se apartaba para dejarlos paso, les temían.
- Si somos rápidos podemos acabar con ellos antes de que den la alarma-. Dijo Toni llevándose la mano a su arco, la joven niña le puso le detuvo.
- No podemos arriesgarnos-.
Cuando se perdieron de vista salieron de su escondite y caminaron rápidamente por el lado contrario por el que se habían ido los sombras, la gente se quedaba mirando, algunos trataban de esconderlos con sus cuerpos de los sombras que se alejaban, otros se apartaban sin querer saber nada del asunto, pero nadie decía nada, a su alrededor se formaba un silencio sepulcral.
- ¿No crees que no es buena idea salir a la vista después de que nos hayan delatado?-. Preguntó Marcos en forma de susurro mientras miraba hacia todos los lados buscando algún otro sombra, tenía la mano en su empuñadura dispuesto a desenvainar su arma si hacía falta.
- No veis lo que pasa-. Dijo Niva que iba en cabeza.- La gente nos apoya, quien nos vio la última vez fue un sombra con el suficiente miedo como para atacarnos-. Aquello tranquilizo a Marcos.
- ¿Crees que estas gentes saben quienes somos?-. Pregunto Ruth sin miedo a que le escucharan ya que no entendían su idioma.
- No lo creo-. Contestó la niña.- Pero somos unos extraños con unas armas, pensaran que vamos a salvarles-.
Los cuatro doblaron una esquina dejando la calle principal para meterse en un estrecho callejón vacío dejando atrás el vullicio.
- Sepan o no sepan quienes somos, tenemos que dejar de venir a este pueblo-. Dijo Marcos sin parar la marcha.- Corremos mucho riesgo-.

Llegaron a una calle mas ancha donde las pocas personas que la transitaban se quedaron mirándolos, dejando lo que estaban haciendo, por suerte ningún sombra rondaba por allí. Sin hacer caso los cuatro bajaron la calle a paso ligero.
- En este pueblo no hay casi vigilancia-. Dijo Niva.- ¿ O acaso quieres que nos pase lo mismo que nos pasó en París?-.
Marcos tragó saliva recordando aquello.
Llevaban unas semanas viviendo en un edificio abandonado, tenían a varias personas que les daban comida e información pero un día todo se torció, después de pasar tanto tiempo sin ningún peligro se confiaron demasiado, y para no llamar la atención por la calle dejaban las armas en el edificio. Un día un grupo de Sombras les reconocieron. Se salvaron por los pelos, pero Marcos salió mal herido y tuvo que hacer reposo durante unas semanas antes de que estuviera del todo recuperado.
- No, no quiero que vuelva a pasar lo de París-. Respondió tras unos segundos en silencio

miércoles, 23 de abril de 2014

Página 59

Ya ni os acordareis de mi, siento muchísimo todo este tiempo que he estado sin actualizar el blog, he estado algo liado y no encontraba tiempo pero quiero deciros que aquí estoy de nuevo con la segunda parte de esta historia que comencé hace unos cuantos meses ya, que es ''Los 4 Elementos''
Espero que lo disfrutéis como yo disfruté escribiéndola
Sin nada mas que decir aquí os dejo con el comienzo de la segunda parte.


Pasaron varios años desde que tuvieron que dejar ciudad de los elementos fortuitamente.
Todo había cambiado desde entonces, ahora que los hijos de los elementos estaban en paradero desconocido, poco a poco fueron ganando terreno y ya se habían echo con la gran mayoría del planeta, algunas pequeñas aldeas perdidas en las montañas de todo el mundo aun estaban a salvo, podría ser por que la oscuridad no tenía ningún interés en ellas, o simplemente no se habían percatado de que estaban allí.
Mientras que en las grandes ciudades, las personas vivían esclavizadas, como si de una dictadura se tratase, habían creado sus propias leyes, que acataban sin rechistar ya que si lo hacían podían acabar muertos.

Mientras que los jóvenes que tuvieron que dejar la ciudad de los elementos, ahora se encontraban en un pequeño bosque de Alemania, mantenían alguna relación con los pocos informantes que quedaban, ya que lo primero que hicieron los sombras fue eliminarlos,
No dejaban de viajar de un lado a otro buscando alguna pista que les dijera donde se encontraba el hijo de la oscuridad, pero sin ningún éxito. No se rendían a pesar de todo.

- Tendremos que volver a bajar al pueblo-. Dijo Niva, con su voz infantil.- Nos vuelve a escasear la comida-.
Todos se miraron unos a otros.
- Corremos el riesgo de que nos encuentren-. Dijo Marcos que ahora lucía una barba de tres días, y el pelo negro le llegaba hasta los hombros.

Solían bajar a los pueblos a casa de algún informante a recaudar comida, nunca se quedaban mucho tiempo para no levantar sospechas entre los sombras que vigilaban, pero siempre corrían el riesgo de que les pudieran sorprender. Muchas veces les habían ofrecido cobijo, pero no querían arriesgarse ni poner en peligro al informante, y solían acampar en bosques o montañas algo alejados de las ciudades o los pueblos.

- Es un riesgo que debemos correr-. Dijo Ruth, que se encontraba sentado junto a Toni.
- Hoy hace dos años de la muerte de Meg-. Dijo el joven mirando al cielo.
Ninguno se había percatado de la fecha, y se miraron unos a otros en silencio ¿como podían haberse olvidado de algo así? Marcos se sintió mal por eso al momento, aunque también era verdad que habían estado demasiado ocupados para pararse a pensar en que día vivían.
- Hace tiempo que dejé de contar los días-. Se escusó Niva mirando al cielo, era de noche, y miles de estrellas iluminaban el claro en el que se encontraban.- Pero pronto llegará el día en el que podamos vengarla-.
- Y a mi familia-. Digo Marcos, con tristeza, aun había días que se acostaba con lágrimas en los ojos acordándose de ellos, Niva apoyó una mano en su hombro reconfortándole.
- Pero cuando llegará ese día-. Toni desde que tuvieron que dejar la ciudad de los elementos se había mostrado mas ambicioso que lo normal acerca de encontrar su objetivo.
- Siento que cada vez estamos mas cerca-. Informó la joven niña de catorce años.
- Llevamos años andando de aquí para allá, sin ninguna noticia del hijo de la oscuridad-. Se quejó Toni, cogiendo un palo del suelo y partiéndolo en dos.
- El mundo está acabado, y nosotros no hemos podido hacer nada-. Se lamentó Ruth abrazándose las piernas
Marcos se rascó la barba pensativo, una barba de tres días que había dejado crecer hacía tiempo.
Cada día desde que se enteró quien era realmente había estado intentando manifestar su poder sin ningún éxito, al fin y al cabo ¿quien sabía con exactitud que el era el hijo de la luz? Esa era la última esperanza que les quedaba para librarse de la oscuridad en el mundo, asique no podía mostrar sus dudas ante esa realidad.

Estuvieron hablando hasta bien entrada la noche, después decidieron dormirse a la luz de una hoguera que habían encendido, a pesar de ser verano las noches en aquel bosque eran frías. Niva haría la primera guardia para que los demás durmieran tranquilos.
Marcos despertó horas después, el fuego aun ardía en el centro del pequeño claro, Niva había estado avivando las llamas todo ese rato.
Se incorporó mirando a su alrededor, pero estaba todo muy oscuro para poder ver mas allá de la luz que ofrecía las llamas de la hoguera, vio cerca de el a Ruth dormir plácidamente, durante unos segundos estuvo mirándola con una sonrisa en la boca, acto seguido miró la hoguera que aun ardía en el centro del claro.

Buscó con la mirada a Niva que aun debía de estar de guardia, y así era, la vio unos metros alejada del grupo durmiendo mirando el cielo estrellado, se encontraba de espaldas al grupo y parecía pensativa. Marcos se levantó y se acercó en silencio esquivando a Toni.
- Ya no recuerdo como es dormir tranquilamente-. Dijo Niva antes de que Marcos llegara a su lado, a este no le sorprendió lo mas mínimo que le hubiera escuchado acercarse a pesar de haber sido lo mas sigiloso posible.
- Yo no recuerdo lo que es comer decentemente-. El joven se sentó a su lado y se puso al igual que ella a mirar las estrellas.
- Tengo una extraña sensación desde hace tiempo-. Dijo el hada sin dejar de mirar el cielo, Marcos giró la cabeza y continuó en silencio esperando la continuación de la frase.- No creo que todo esto vaya a algún lado-.
- ¿Por que lo dices? Cada vez estamos mas cerca de nuestro objetivo-. Le animó Marcos apoyando su mano en el hombro de su amiga.
- No te mientas a ti mismo ¿Que hemos conseguido durante estos dos años? Absolutamente nada-.
Marcos se quedó pensativo, tenía razón, por mucho que habían investigado, por mucho que habían buscado, solo habían encontrado muerte y desolación, pero ni rastro del hijo de la oscuridad.
- Pero no podemos rendirnos, tenemos que seguir indagando-. Dijo Marcos.- Estoy seguro que tarde o temprano llegaremos a nuestro objetivo.
- ¿Como lo haces?-. Preguntó, el joven la miró sin comprender.- Para estar optimista en todo momento, hasta yo, que soy el optimismo en persona decaigo de vez en cuando, pero tu no, pase lo que pase, siempre tienes alto el ánimo-.

- Supongo que me viene de serie-. Se encogió de hombros sonriendo.- Y te repito, estoy seguro de que llegaremos a nuestro objetivo-. Sonrió ampliamente pasando el brazo por los hombros de la joven niña.- Y no solo eso, si no que venceremos-. Esas palabras parecieron subir el ánimo de Niva por que una amplia sonrisa se le dibujo en su rostro, esta apoyó la cabeza en su pecho, y así se quedaron hasta que Niva quedó dormida, el joven la llevó en volandas cerca del fuego y se sentó algo alejado del grupo a hacer guardia

viernes, 17 de enero de 2014

Página 58

- Ahora me va a explicar alguien que me he perdido mientras estaba inconsciente-. Se quejó amablemente la joven tirada en el suelo.

Sus amigos se lo contaron todo acerca de su nuevo descubrimiento acerca de la profecía, también le contaron lo ocurrido con los seres del bosque, y su decisión de luchar junto al hijo de la luz.
Después le contaron lo ocurrido en Rio de Janeiro, no se dejaron ningún detalle para que lo comprendiera todo sin tener que preguntar nada, Ruth parecía entenderlo.

- ¿Que vamos a hacer ahora?-. Preguntó la joven dirigiendo la mirada a la ciudad en llamas, los otros tres la imitaron, Marcos dibujó un rostro de tristeza
- Tendremos que irnos-. Contestó Niva girando la cabeza para mirar el bosque, que había sido su casa durante mucho tiempo.- No es seguro que nos quedemos aquí-.
- ¿Y donde iremos? No tenemos ningún otro sitio-. Dijo Toni mirando al hada que seguía con la mirada fija en el bosque.
- Iremos a las ciudades que nos necesiten, esto aun no a acabado-. Su voz sonó firme y llena de rabia.
- ¿Y que hay de ellos?-. Preguntó Marcos señalando con la cabeza a las criaturas del bosque.
- Nos estarán observando en todo momento-. Contestó Niva.- Y estarán listos para la batalla donde se decidirá todo-. Un escalofrío recorrió el cuerpo de Marcos, hace un tiempo ese combate lo veía lejísimos, ahora que pensaba en el, parecía que se decidiría al día siguiente, aunque nadie podía saber cuando se haría.
- Hijos de los elementos, Niva-. Dijo el elfo que se había vuelto a acercarse, Marcos no se había dado cuenta de que lo había hecho hasta que lo tuvo encima, el sigilo de los elfos le inquietaba.- Las criaturas del bosque nos iremos, a buscar un nuevo hogar, y estaremos preparados cuando llegue la hora de luchar-. Con una inclinación de cabeza se alejó para volverse a unir al grupo de los suyos, y juntos se encaminaron a la ciudad en llamas para teletransportarse a cualquier otro sitio, las caras de los presentes eran tristes, algunos lloraban por la pérdida del bosque, otros parecían furiosos, pero todos mantenían un mismo sentimiento, el de la venganza. Los que quedaron allí les observaron hasta que desaparecieron detrás de una pequeña colina, se quedaron con las miradas fijas en el sitio exacto donde habían desaparecido.
- ¿Que haremos nosotros?-. Preguntó Ruth mirando a los presentes.
- Iremos a por tus armas y nos iremos de aquí cuanto antes-. Contestó Niva levantándose ya que aun estaba agachada a su lado. Marcos rodeó la cintura de Ruth para ayudarla a levantarse y el hada le dio un golpecito en el hombro, le hizo una seña con los ojos, que lo entendió perfectamente pero le extrañó, quería que no ayudara a su amiga, no entendió por que pero le hizo caso, antes de que la joven pudiera rodear su cuello se separó de ella y se puso al lado de Niva y de Toni mirándole.
- ¿Pensáis dejarme aquí?-. Preguntó Ruth que aun estaba sentada en el suelo, los demás se dieron la vuelta y comenzaron a alejarse de ella.
- No, pero tampoco pensarás que íbamos a cargar contigo en todo momento-. Dijo el hada girando la cabeza con una sonrisa en la boca.- No seas baga y levántate-. Miró a Marcos y le guiñó un ojo, entonces lo entendió todo, se detuvo y se giró para mirar a su amiga.

Estaba desconcertada, no podía mantenerse en pie, como iba a poder levantarse ella sola no lo entendía, giró la cabeza para mirar a los que se alejaban y les miró extrañada. Se fijó en la cara sonriente de Niva y pareció entenderlo, se miró las piernas y se las tocó con las manos, lentamente las fue doblando, sus ojos no lo podían creer, podía doblarlas sin apenas esfuerzo, Marcos sonrió al verlo.

Apoyó las manos en el suelo y se puso de rodillas, no se lo podía creer, el joven se quedó allí plantado mirando como su amiga se levantaba poco a poco, aun con cara incrédula apoyó un pie en el suelo y después el otro, y finalmente se levantó, parecía que se iba a caer, pero no lo hizo, al principio le temblaron las piernas pero aguantó en pie perfectamente. No dejaba de mirar al suelo y a Niva seguidamente, mientras que el hada sonreía ampliamente.
- ¿Como...Como es posible?-. Preguntó Ruth aun sin poder creérselo.
- Digamos que te he dado un empujoncito-. Contestó sonriendo.- No es aconsejable, pero digamos que no ha quedado otro remedio-. Se encogió de hombros.
- ¿Y no lo has podido hacer desde el principio?-. Preguntó la joven comenzando a dar sus primeros pasos, algo torpes pero decididos.
- Ya te he dicho que no es aconsejable, ya que la fuerza que tienes ahora en tus piernas, es, digamos, artificial-.
- ¿Y que problemas hay en eso?-.
- Digamos, que no es aconsejable-. Respondió simplemente.- Los portadores de magia creémos que no esta bien aportar magia para dar fuerza a un individuo-.
- Ya basta de cháchara, tenemos que irnos-. Informó Toni metiendo prisa, Ruth se les unió con pasos torpes, aun tendría que acostumbrarse a ''sus nuevas piernas''

Se dirigieron en seguida hacía la guarida de los hijos a recoger las armas de Ruth y algo de comida.
Inexplicablemente para Marcos, estaba intacto, había pasado por alto para los sombras.
- El sombra infiltrado debió de informar que no encontrarían nada aquí, por eso lo dejaron como está-. Informó Niva cuando entraron en el vestíbulo.
A pesar de las palabras de Niva ninguno bajó la guardia el tiempo que estuvieron allí dentro, aun podía haber algún sombra rondando por la casa, acordaron que el hada y Toni cogerían la comida mientras que Ruth y Marcos irían a por las armas de la joven.

Subieron en silencio al piso de arriba vigilando en todo momento preparados para luchar si se diera el caso.
- Tantos momentos aquí vividos, y ahora tener que dejarlo todo atrás-. Comentó Ruth cruzando el pasillo que daba a las habitaciones de los hijos de los elementos, Marcos estuvo de acuerdo aunque no dijo nada.
Se encaminaron por el pasillo en silencio, la primera puerta daba a la habitación de Marcos, metió la cabeza por una rendija y suspiró con tristeza, le costaba dejar todo aquello. La siguiente habitación era la de Toni, la puerta se encontraba cerrada, continuaron por el pasillo hasta la siguiente puerta, que era la de Ruth. Las armas estaban encima de la cama donde Marcos las había dejado el día en el que volvieron de Sidney, nadie las había movido lo mas mínimo, no estuvieron mucho tiempo allí, se ajustó el cinturón con sus respectivas fundas se las guardó y salieron de la habitación, sin antes asegurarse de que no había nadie en el pasillo. Una vez estuvieron seguros se volvieron a encaminar camino a las escaleras del piso de abajo, cuando se quiso dar cuenta, Ruth había retrocedido hasta la última puerta, era la de Meg, el joven se acercó a su amiga, que se encontraba frente a la habitación mirando adentro desde el pasillo, por sus mejillas corrían un par de lágrimas, ella y Meg siempre habían estado muy unidas y la noticia de su muerte había sido un golpe demasiado duro.
Marcos le rodeó la cintura y esta apoyó la cabeza en su hombro.
- Todo es muy extraño sin ella-. Comentó Ruth con voz entrecortada.
- Debemos seguir adelante, hasta el final-. Dijo con la mirada fija en la habitación.
Ruth se adelantó para cerrar la puerta.
- Por ella-. Esta vez su voz sonó firme y decidida, una vez hubo cerrado la puerta se volvieron a encaminar hacía las escaleras, los demás ya deberían estar esperándoles.


Y así era, los dos portaban dos mochilas repletas de comida y a los pies de Toni, había otra, en silencio la cogió Marcos y los cuatro se encaminaron a la puerta, ninguno tenía palabras para describir lo que sentían por dentro, el tener que dejar todo atrás por culpa de la oscuridad. Los cuatro como con un resorte echaron un vistazo al vestíbulo. Finalmente los cuatro salieron cerrando la puerta tras de si.




Y después de esta página haré un parón de un par de semanas, ya que aun tengo que escribir esta segunda parte que empieza y bueno entre novela y novela suele haber un tiempo de descanso...Espero que os haya gustado esta primera parte y nos vemos dentro de poco con la segunda parte ;)

jueves, 16 de enero de 2014

Página 57

- Entonces, ¿cual es ''la verdad'' según tu?-. Preguntó interrogándola.
- En ningún libro leído por entonces nombraba a los hijos de los elementos-. Se explicó, Marcos escuchaba atentamente.- Salvo en este-.
- ¿Y que pone en este libro?-.
- Deja de interrumpirme-. Se quejó el hada.- ''Los hijos de los elementos serán guardianes de la luz, que destruirá la oscuridad''-. Concluyó sonriendo, pero Marcos se encontraba desconcertado.
- Sigo sin entender que pinto yo aquí-. Dijo encogiéndose de hombros.
- Al principio, yo tampoco lo entendía, me hizo falta tomarme un tiempo para pensar-. Dijo Niva sonriendo ampliamente.- Hasta que al fin di con la respuesta-.
- ¿Y me la vas a decir, o te la vas a guardar para ti?-. Ya estaba de pie frente al hada, Toni escuchaba la conversación en silencio.
- ¿No lo entiendes? La luz, eres tu-. Contestó, una respuesta que le pilló por sorpresa.- Tu eres Lucem-.
- ¿Que soy que?-. Estaba muy desconcertado por aquello que le contaba.
- Tu eres la luz de la que habla la profecía-. Se explicó, ahora si lo entendía pero le sonaba una locura.- Los cuatro elementos se juntaron para formar la luz, para formarte a ti-.
- Te equivocas Niva-. Contradijo el joven negando con la cabeza.- Yo no tengo poderes, no se si te acuerdas-.
- Te equivocas tu-. Dijo el hada aun con la sonrisa puesta en la boca.- No conseguiste manifestar tus poderes y diste por echo de que no tenías, pero no es así-.
- Eres el hijo de la luz-. Añadió Toni sin poder callarse mas, también sonreía.
- No puedo ser el hijo de la luz-. Volvió a contradecir.- ¿Por que entonces no pude manifestar mis poderes?-.
- Por el simple echo de que aun no habían despertado, hasta esta mañana en Rio de Janéiro-.
- ¿Y que me dices de lo que sentí el día que me pegaron la paliza los matones de mi clase-.
- Ese día no despertaron, simplemente ''avisaron'' de que estaban ahí y no debías olvidarte de ellos-. Le miró esperando que lo entendiera.
- No lo entiendo-. Dijo simplemente mirando a sus amigos.
- Yo te lo explicaré-. Escucharon detrás de ellos, se giraron y vieron al elfo que se había acercado momentos antes. Se quedaron en silencio para escucharle.- Digamos, que los poderes tienen vida propia, año tras año, se va uniendo al alma de la persona. Tus poderes habían nacido contigo, al igual que con los hijos de los elementos, estáis mas unidos con vuestros poderes que cualquier mago que pueda haber, ya que ellos lo aprenden, no nacen con ellos-. Marcos dirigió una mirada a Ruth que seguía tendida en el suelo, en ese momento un hada que reconoció como su cuidadora se acercaba a preocuparse por ella, le tranquilizó ver que ella no estaba preocupada.- Es por eso por lo que cuando tu te encontrabas en peligro, tus poderes no podían permitirlo, y te dieron un aviso de que los usases contra ellos.
- Asique si hubiese sido el hijo del fuego, el día que me lo contaron mis padres-. Una visión de su familia se encendió en su mente y sonrió por dentro.- Mis poderes hubieran quedado encerrado-. El elfo asintió con un movimiento elegante.- ¿Y como estáis tan seguro de que yo soy el hijo de la luz?-. Eso era algo que aun no llegaba a entender. El elfo dirigió la mirada a Niva, quien parecía tener la respuesta.
- Encontramos unos escritos referentes al libro que trajimos del Tibet en la casa del sabio-. Se explicó.- Nos costó como ya te dicho descifrarlo pero todo encaja, los poderes que encontró dentro de ti el sabio, la rabia que salió de ti en Río, todo encaja, eres el hijo de la luz, y tus poderes han despertado-.
- ¿Como es que los sombras no se lo llevaron?, era lo que estaban buscando-. Pregunto extrañado.
- Te equivocas, ellos lo que buscaban era el libro, eso si se lo han llevado-. Explicó el hada.
- Aqua despierta-. Informó su cuidadora no muy lejos de ellos, Marcos vio que Ruth comenzaba a moverse y a abrir los ojos desconcertada, Marcos al verla corrió a su lado, el aun se sentía algo mareado y estubo apunto de caer pero se mantuvo en pie con torpeza, cuando llegaron a su lado su cuidadora se alejó para dejar solos a los hijos de los elementos (ya trataban a Niva como si una hija mas se tratara)

- ¿Como te encuentras?-. Preguntó Marcos cogiéndole la mano.
- Me duele la cabeza-. Respondió tocándosela con la mano que tenía libre.
- Has tragado demasiado humo, respirando ahora aire limpio, pronto te sentirás mejor-. Le animó el hada sonriendo, se encontraba a su izquierda, mientras que Toni se encontraba a su derecha.
Ruth dirigió la mirada hacía el bosque en llamas y pareció acordarse de pronto de todo lo ocurrido y una mirada aterradora se le dibujo en su rostro.
- ¿Que ha pasado Ruth?-. Preguntó Toni con cara de preocupación.
La joven sin apartar la mirada del bosque comenzó a hablar, su voz era temblorosa, parecía tener miedo de recordarlo.
- Escuché una gran explosión proveniente de la ciudad, mi cuidadora me dijo que la ciudad estaba en llamas y que los sombras nos estaban atacando-. Su voz ahora era entrecortada y apunto de llorar, devía de ser muy dura recordar todo aquello.- Había mucho revuelo fuera, las criaturas del bosque corrían de un lado a otro-.
- ¿Por que no lucharon?-. Interrumpió Marcos sin comprender.
- Suelen ser pacíficos, muy pocos sabemos luchar-. Explicó Niva, después se volvieron a quedar en silencio para seguir escuchando a Ruth.
- Yo estaba muy nerviosa, de pronto mi cuidadora entró en la cabaña bastante alterada-. Unas lágrimas resbalaron por sus mejillas pero no cayó en ningún momento.- Me dijo que habían entrado al bosque y me andaban buscando. Rápidamente me escondí debajo de la cama. Minutos después, Ignis entró en la cabaña. No estaba solo-. Dijo la joven, parecía aterrada por lo que contaba.
- ¿Quien estaba con el?-. Preguntó Toni intrigado. Ruth negó con la cabeza
- No pude verle la cara-. Respondió.- Pero le trataba con mucha formalidad, como si de un superior se tratase-.
- ¿Es posible...?-. Comenzó a preguntar Marcos mirando a los presentes.
- De lo poco que conozco al hijo del fuego-. Marcos comenzó a pensar en su naturaleza, o al menos en quien ellos le habían dicho que era.- Puede que solo obedezca a una sola persona-. Hubo un silencio de varios segundos en los que se miraron unos a otros.- El hijo de la oscuridad-.
- Una sensación extraña inundó la habitación-. Continuó la joven con su historia, había miedo en su voz.- Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, y supe que iba a morir-.
- ¿Que hablaron entre ellos?-. Preguntó Niva agachándose a su lado ya que la joven aun seguía tirada en el suelo.
- Simplemente se preguntaron donde me encontrarían-. Respondió encogiéndose de hombros.- Finalmente se fueron a buscar a otro lugar-. Continuó.- Cuando todo se hubo tranquilizado, salí arrastrándome de la cabaña, quería salir de allí cuanto antes, por si volvían. Me arrastré varios metros por el bosque, y vi que unos metros mas allá estaba ardiendo-.
- Posiblemente lo incendió Ignis para asegurarse de que no escaparas-. Añadió el hada.
- Cuando ya creía que el fuego me alcanzaría un centauro me recogió, después debí de perder el sentido por que no me acuerdo de nada-.
- Ahora estás a salvo-. Dijo Marcos que se encontraba a su lado sosteníendole la mano.- No tienes nada de que temer-. Ruth inclinó la cabeza apoyándola en el hombro del joven, eso pareció tranquilizarle, algo que Marcos agradeció ya que no soportaba ver mal a su amiga.
- Pero si los hijos de los elementos no tienen nada que ver con la profecía ¿Por que querían matar a Ruth?-. Preguntó extrañado Toni.
- Quieren debilitar a Lucem, a toda costa-. Contestó el hada.
- No lo entiendo-. Dijo Marcos mirando a Niva
- ¿Quien es Lucem?-. Marcos le hizo señales indicándole que luego se lo contaría.
- Los hijos de los elementos cumplen un papel muy importante en todo esto-. Explicó.- A parte de ser los protectores del hijo de la luz, sin daros cuenta, estáis alimentando sus poderes con vuestra amistad-.
- Creo que ya lo e entendido-. Dijo el ahora hijo de la luz.- Mientras nos mantengamos unidos, mas poder tendrá Lucem-. No se acostumbraba a ese nombre, Niva asintió.
- No solo Marcos, es el objetivo de la oscuridad-. Continuó el hada.- También va a por vosotros, ya que sin vosotros, Marcos se debilita-. Ruth miraba a los presentes sin comprender nada.

- Ahora me va a explicar alguien que me he perdido mientras estaba inconsciente-. Se quejó amablemente la joven tirada en el suelo.