-
Entonces, ¿cual es ''la verdad'' según tu?-. Preguntó
interrogándola.
-
En ningún libro leído por entonces nombraba a los hijos de los
elementos-. Se explicó, Marcos escuchaba atentamente.- Salvo en
este-.
-
¿Y que pone en este libro?-.
-
Deja de interrumpirme-. Se quejó el hada.- ''Los hijos de los
elementos serán guardianes de la luz, que destruirá la
oscuridad''-. Concluyó sonriendo, pero Marcos se encontraba
desconcertado.
-
Sigo sin entender que pinto yo aquí-. Dijo encogiéndose de hombros.
-
Al principio, yo tampoco lo entendía, me hizo falta tomarme un
tiempo para pensar-. Dijo Niva sonriendo ampliamente.- Hasta que al
fin di con la respuesta-.
-
¿Y me la vas a decir, o te la vas a guardar para ti?-. Ya estaba de
pie frente al hada, Toni escuchaba la conversación en silencio.
-
¿No lo entiendes? La luz, eres tu-. Contestó, una respuesta que le
pilló por sorpresa.- Tu eres Lucem-.
-
¿Que soy que?-. Estaba muy desconcertado por aquello que le contaba.
-
Tu eres la luz de la que habla la profecía-. Se explicó, ahora si
lo entendía pero le sonaba una locura.- Los cuatro elementos se
juntaron para formar la luz, para formarte a ti-.
-
Te equivocas Niva-. Contradijo el joven negando con la cabeza.- Yo no
tengo poderes, no se si te acuerdas-.
-
Te equivocas tu-. Dijo el hada aun con la sonrisa puesta en la boca.-
No conseguiste manifestar tus poderes y diste por echo de que no
tenías, pero no es así-.
-
Eres el hijo de la luz-. Añadió Toni sin poder callarse mas,
también sonreía.
-
No puedo ser el hijo de la luz-. Volvió a contradecir.- ¿Por que
entonces no pude manifestar mis poderes?-.
-
Por el simple echo de que aun no habían despertado, hasta esta
mañana en Rio de Janéiro-.
-
¿Y que me dices de lo que sentí el día que me pegaron la paliza
los matones de mi clase-.
-
Ese día no despertaron, simplemente ''avisaron'' de que estaban ahí
y no debías olvidarte de ellos-. Le miró esperando que lo
entendiera.
-
No lo entiendo-. Dijo simplemente mirando a sus amigos.
-
Yo te lo explicaré-. Escucharon detrás de ellos, se giraron y
vieron al elfo que se había acercado momentos antes. Se quedaron en
silencio para escucharle.- Digamos, que los poderes tienen vida
propia, año tras año, se va uniendo al alma de la persona. Tus
poderes habían nacido contigo, al igual que con los hijos de los
elementos, estáis mas unidos con vuestros poderes que cualquier mago
que pueda haber, ya que ellos lo aprenden, no nacen con ellos-.
Marcos dirigió una mirada a Ruth que seguía tendida en el suelo, en
ese momento un hada que reconoció como su cuidadora se acercaba a
preocuparse por ella, le tranquilizó ver que ella no estaba
preocupada.- Es por eso por lo que cuando tu te encontrabas en
peligro, tus poderes no podían permitirlo, y te dieron un aviso de
que los usases contra ellos.
-
Asique si hubiese sido el hijo del fuego, el día que me lo contaron
mis padres-. Una visión de su familia se encendió en su mente y
sonrió por dentro.- Mis poderes hubieran quedado encerrado-. El elfo
asintió con un movimiento elegante.- ¿Y como estáis tan seguro de
que yo soy el hijo de la luz?-. Eso era algo que aun no llegaba a
entender. El elfo dirigió la mirada a Niva, quien parecía tener la
respuesta.
-
Encontramos unos escritos referentes al libro que trajimos del Tibet
en la casa del sabio-. Se explicó.- Nos costó como ya te dicho
descifrarlo pero todo encaja, los poderes que encontró dentro de ti
el sabio, la rabia que salió de ti en Río, todo encaja, eres el
hijo de la luz, y tus poderes han despertado-.
-
¿Como es que los sombras no se lo llevaron?, era lo que estaban
buscando-. Pregunto extrañado.
-
Te equivocas, ellos lo que buscaban era el libro, eso si se lo han
llevado-. Explicó el hada.
-
Aqua despierta-. Informó su cuidadora no muy lejos de ellos, Marcos
vio que Ruth comenzaba a moverse y a abrir los ojos desconcertada,
Marcos al verla corrió a su lado, el aun se sentía algo mareado y
estubo apunto de caer pero se mantuvo en pie con torpeza, cuando
llegaron a su lado su cuidadora se alejó para dejar solos a los
hijos de los elementos (ya trataban a Niva como si una hija mas se
tratara)
-
¿Como te encuentras?-. Preguntó Marcos cogiéndole la mano.
-
Me duele la cabeza-. Respondió tocándosela con la mano que tenía
libre.
-
Has tragado demasiado humo, respirando ahora aire limpio, pronto te
sentirás mejor-. Le animó el hada sonriendo, se encontraba a su
izquierda, mientras que Toni se encontraba a su derecha.
Ruth
dirigió la mirada hacía el bosque en llamas y pareció acordarse de
pronto de todo lo ocurrido y una mirada aterradora se le dibujo en su
rostro.
-
¿Que ha pasado Ruth?-. Preguntó Toni con cara de preocupación.
La
joven sin apartar la mirada del bosque comenzó a hablar, su voz era
temblorosa, parecía tener miedo de recordarlo.
-
Escuché una gran explosión proveniente de la ciudad, mi cuidadora
me dijo que la ciudad estaba en llamas y que los sombras nos estaban
atacando-. Su voz ahora era entrecortada y apunto de llorar, devía
de ser muy dura recordar todo aquello.- Había mucho revuelo fuera,
las criaturas del bosque corrían de un lado a otro-.
-
¿Por que no lucharon?-. Interrumpió Marcos sin comprender.
-
Suelen ser pacíficos, muy pocos sabemos luchar-. Explicó Niva,
después se volvieron a quedar en silencio para seguir escuchando a
Ruth.
-
Yo estaba muy nerviosa, de pronto mi cuidadora entró en la cabaña
bastante alterada-. Unas lágrimas resbalaron por sus mejillas pero
no cayó en ningún momento.- Me dijo que habían entrado al bosque y
me andaban buscando. Rápidamente me escondí debajo de la cama.
Minutos después, Ignis entró en la cabaña. No estaba solo-. Dijo
la joven, parecía aterrada por lo que contaba.
-
¿Quien estaba con el?-. Preguntó Toni intrigado. Ruth negó con la
cabeza
-
No pude verle la cara-. Respondió.- Pero le trataba con mucha
formalidad, como si de un superior se tratase-.
-
¿Es posible...?-. Comenzó a preguntar Marcos mirando a los
presentes.
-
De lo poco que conozco al hijo del fuego-. Marcos comenzó a pensar
en su naturaleza, o al menos en quien ellos le habían dicho que
era.- Puede que solo obedezca a una sola persona-. Hubo un silencio
de varios segundos en los que se miraron unos a otros.- El hijo de la
oscuridad-.
-
Una sensación extraña inundó la habitación-. Continuó la joven
con su historia, había miedo en su voz.- Un escalofrío me recorrió
todo el cuerpo, y supe que iba a morir-.
-
¿Que hablaron entre ellos?-. Preguntó Niva agachándose a su lado
ya que la joven aun seguía tirada en el suelo.
-
Simplemente se preguntaron donde me encontrarían-. Respondió
encogiéndose de hombros.- Finalmente se fueron a buscar a otro
lugar-. Continuó.- Cuando todo se hubo tranquilizado, salí
arrastrándome de la cabaña, quería salir de allí cuanto antes,
por si volvían. Me arrastré varios metros por el bosque, y vi que
unos metros mas allá estaba ardiendo-.
-
Posiblemente lo incendió Ignis para asegurarse de que no escaparas-.
Añadió el hada.
-
Cuando ya creía que el fuego me alcanzaría un centauro me recogió,
después debí de perder el sentido por que no me acuerdo de nada-.
-
Ahora estás a salvo-. Dijo Marcos que se encontraba a su lado
sosteníendole la mano.- No tienes nada de que temer-. Ruth inclinó
la cabeza apoyándola en el hombro del joven, eso pareció
tranquilizarle, algo que Marcos agradeció ya que no soportaba ver
mal a su amiga.
-
Pero si los hijos de los elementos no tienen nada que ver con la
profecía ¿Por que querían matar a Ruth?-. Preguntó extrañado
Toni.
-
Quieren debilitar a Lucem, a toda costa-. Contestó el hada.
-
No lo entiendo-. Dijo Marcos mirando a Niva
-
¿Quien es Lucem?-. Marcos le hizo señales indicándole que luego se
lo contaría.
-
Los hijos de los elementos cumplen un papel muy importante en todo
esto-. Explicó.- A parte de ser los protectores del hijo de la luz,
sin daros cuenta, estáis alimentando sus poderes con vuestra
amistad-.
-
Creo que ya lo e entendido-. Dijo el ahora hijo de la luz.- Mientras
nos mantengamos unidos, mas poder tendrá Lucem-. No se acostumbraba
a ese nombre, Niva asintió.
-
No solo Marcos, es el objetivo de la oscuridad-. Continuó el hada.-
También va a por vosotros, ya que sin vosotros, Marcos se debilita-.
Ruth miraba a los presentes sin comprender nada.
-
Ahora me va a explicar alguien que me he perdido mientras estaba
inconsciente-. Se quejó amablemente la joven tirada en el suelo.
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