Continuaron
caminando por callejuelas, encontrándose con distintas gentes, pero
nunca con algún otro sombra, algo que agradecieron profundamente,
pero aun así no dejaban de mirar hacía todos los lados
Llegaron a un callejón sin
salida donde las paredes estaban llenas de puertas a los dos lados,
caminaron hasta el final deteniéndose en una de ellas. Se colocaron
a los dos lados de la puerta y fue Niva quien tocó con los nudillos.
Unos
segundos después le llegaron unos ruidos de pisadas dentro de la
casa, momentos después escucharon como alguien llegaba hasta la
puerta y la abría. El culpable de aquello se dejó ver, era un
joven,de unos veinticinco años, de pelo largo y ojos oscuros,
parecía nervioso. Sin mediar palabra los cuatro entraron a un
pequeño vestíbulo donde difícilmente cabían los cinco.
-
Hace una semana que no se de vosotros-. Dijo el joven atropellándose
con sus palabras, habían entrado al salón, era pequeño, solo cabía
un sofá para dos personas y una butaca.
-
No queríamos causarte problemas-. Dijo Niva sentándose en el sofá
junto a Ruth, Marcos y Toni se quedaron de pie a su lado, mientras
que el dueño de la casa se sentó en la butaca.
-
Tengo noticias para vosotros-. Una media sonrisa se asomó en su
rostro, parecía tranquilizarse por momentos, los cuatro presentes se
inclinaron hacía delante para escuchar lo que aquel joven tenía que
decirles.- Me han llegado noticias sobre gente que se está empezando
a revelar contra la oscuridad-.
-
¿Y eso por que debería importarnos?-. Preguntó la joven niña con
un tono de desilusión.
-
Deberíais reuniros con ellos, y empezar a crear vuestra propia
guerrilla-.
-
¿Y de que nos serviría eso?-. Niva comenzaba a mostrarse interesada
por lo que aquel joven les contaba.
-
Habéis permanecido en la sombra demasiado tiempo, ya va siendo hora
de hacer ruido-. Una sonrisa se le dibujo en el rostro, los presentes
se miraron unos a otros, parecían estar de acuerdo con aquellas
palabras, y sin decir palabra se pusieron de acuerdo.
-
¿Donde están?-. Todos se inclinaron aun mas para escuchar bien la
respuesta el joven comenzó a reirse.
-
¿Que donde están?-. Parecía que aquella pregunta le había hecho
gracia.- Por todo el mundo-. Los jóvenes se miraron unos a otros
impresionados por la respuesta.
-
¿De cuantos estamos hablando?-. Preguntó Marcos que había estado
callado durante toda la conversación al igual que sus amigos.
-
Me temo que para eso no tengo la respuesta, cientos, tal vez miles-.
Se encogió de hombros al dar la respuesta.
-
Por fin alguna información que merece la pena-. Sonrió la niña de
catorce años.- No queremos molestarte mas, habíamos venido a por
algo de comida si no te importa darnos algo-. Dijo levantándose,
Ruth hizo lo mismo.
-
Para los salvadores del mundo siempre hay algo-. Dicho esto salió
del salón deprisa dejándoles solos.
-
¿Crees que es buena idea mostrarnos a la oscuridad?-. Preguntó Ruth
preocupada.
-
Puede ser una táctica inteligente-. Opinó Marcos.- Tenemos que
hacer el suficiente daño como para que el hijo de la oscuridad se
deje ver-. Aquellas palabras pareció convencer a la joven de pelo
rubio.
-
Y ya es hora algo de acción-. Dijo Toni animado sonriendo.
Unos minutos después el joven
apareció con varias bolsas llenas de comida. Marcos cogió una y
miró en el interior, había carne que podían asarla en una hoguera,
también había galletas, pan y leche.
-
No es mucho, espero que os sea suficiente-. Se disculpó el joven.
-
Te damos las gracias por todo lo que has hecho por nosotros-. Dijo
Niva inclinando la cabeza a modo de gratitud.
-
He hecho una pequeña lista de los lugares donde hay movimiento de
los rebeldes-. Entregó a la joven niña un papel con distintos
nombres de lugares.- Tened mucho cuidado-.
Media
hora después se encontraban de nuevo en el bosque a salvo de los
sombras, dejaron las bolsas a un lado y se sentaron alrededor de los
restos de la hoguera de la noche anterior.
-
Saldremos mañana al amanecer-. Informó Niva mirando a los presentes
que estuvieron de acuerdo
-
¿Y cual es nuestro primer lugar?-. Se interesó Toni, la joven niña
desplegó el papel que le había dado el informador y leyó
-
Cáceres, España-. Después de leer miró a Marcos, que abrió los
ojos como platos.- Creo que te suena ese sitio-.
-
Allí es donde vivía antes de todo esto-. Dijo a los demás mirando
la madera chamuscada.- ¿Hay una rebelión allí?-. Preguntó a lo
que Niva asintió sonriendo.
Marcos
estaba entusiasmado por volver a la ciudad donde había crecido
Pero
por otro lado ¿Realmente quería volver a aquel lugar? En aquel
lugar había pasado la peor adolescencia que se podría imaginar,
pero por otro lado aquella ciudad le recordaba a su familia. No pudo
evitar sonreír al recordar cosas sobre ellos, las excursiones a la
montaña, las comidas juntos, la vez en la que fueron a Portugal a
pasar el día, lo recordaba todo, pero sentía miedo por si alguna
vez los llegaba a olvidar.
-
Según esto, los rebeldes no son muy numerosos-.Dijo refiriéndose a
la lista.- Pero por lo visto están haciendo mucho daño-.
-
Esas son buenas noticias-. Opinó Toni.- Pero ¿Que aremos cuando los
reunamos a todos?-.
-
Empezar a ganar terreno-. Se miraron unos a otros sonriendo.
Aunque
nunca habían actuado, todos estaba deseando hacerlo, no podían
seguir sin hacer nada viendo como la oscuridad se hacía con la
tierra
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