Ya ni os acordareis de mi, siento muchísimo todo este tiempo que he estado sin actualizar el blog, he estado algo liado y no encontraba tiempo pero quiero deciros que aquí estoy de nuevo con la segunda parte de esta historia que comencé hace unos cuantos meses ya, que es ''Los 4 Elementos''
Espero que lo disfrutéis como yo disfruté escribiéndola
Sin nada mas que decir aquí os dejo con el comienzo de la segunda parte.
Pasaron
varios años desde que tuvieron que dejar ciudad de los elementos
fortuitamente.
Todo
había cambiado desde entonces, ahora que los hijos de los elementos
estaban en paradero desconocido, poco a poco fueron ganando terreno y
ya se habían echo con la gran mayoría del planeta, algunas pequeñas
aldeas perdidas en las montañas de todo el mundo aun estaban a
salvo, podría ser por que la oscuridad no tenía ningún interés en
ellas, o simplemente no se habían percatado de que estaban allí.
Mientras
que en las grandes ciudades, las personas vivían esclavizadas, como
si de una dictadura se tratase, habían creado sus propias leyes, que
acataban sin rechistar ya que si lo hacían podían acabar muertos.
Mientras
que los jóvenes que tuvieron que dejar la ciudad de los elementos,
ahora se encontraban en un pequeño bosque de Alemania, mantenían
alguna relación con los pocos informantes que quedaban, ya que lo
primero que hicieron los sombras fue eliminarlos,
No
dejaban de viajar de un lado a otro buscando alguna pista que les
dijera donde se encontraba el hijo de la oscuridad, pero sin ningún
éxito. No se rendían a pesar de todo.
-
Tendremos que volver a bajar al pueblo-. Dijo Niva, con su voz
infantil.- Nos vuelve a escasear la comida-.
Todos
se miraron unos a otros.
-
Corremos el riesgo de que nos encuentren-. Dijo Marcos que ahora
lucía una barba de tres días, y el pelo negro le llegaba hasta los
hombros.
Solían
bajar a los pueblos a casa de algún informante a recaudar comida,
nunca se quedaban mucho tiempo para no levantar sospechas entre los
sombras que vigilaban, pero siempre corrían el riesgo de que les
pudieran sorprender. Muchas veces les habían ofrecido cobijo, pero
no querían arriesgarse ni poner en peligro al informante, y solían
acampar en bosques o montañas algo alejados de las ciudades o los
pueblos.
-
Es un riesgo que debemos correr-. Dijo Ruth, que se encontraba
sentado junto a Toni.
-
Hoy hace dos años de la muerte de Meg-. Dijo el joven mirando al
cielo.
Ninguno
se había percatado de la fecha, y se miraron unos a otros en
silencio ¿como podían haberse olvidado de algo así? Marcos se
sintió mal por eso al momento, aunque también era verdad que habían
estado demasiado ocupados para pararse a pensar en que día vivían.
-
Hace tiempo que dejé de contar los días-. Se escusó Niva mirando
al cielo, era de noche, y miles de estrellas iluminaban el claro en
el que se encontraban.- Pero pronto llegará el día en el que
podamos vengarla-.
-
Y a mi familia-. Digo Marcos, con tristeza, aun había días que se
acostaba con lágrimas en los ojos acordándose de ellos, Niva apoyó
una mano en su hombro reconfortándole.
-
Pero cuando llegará ese día-. Toni desde que tuvieron que dejar la
ciudad de los elementos se había mostrado mas ambicioso que lo
normal acerca de encontrar su objetivo.
-
Siento que cada vez estamos mas cerca-. Informó la joven niña de
catorce años.
-
Llevamos años andando de aquí para allá, sin ninguna noticia del
hijo de la oscuridad-. Se quejó Toni, cogiendo un palo del suelo y
partiéndolo en dos.
-
El mundo está acabado, y nosotros no hemos podido hacer nada-. Se
lamentó Ruth abrazándose las piernas
Marcos
se rascó la barba pensativo, una barba de tres días que había
dejado crecer hacía tiempo.
Cada
día desde que se enteró quien era realmente había estado
intentando manifestar su poder sin ningún éxito, al fin y al cabo
¿quien sabía con exactitud que el era el hijo de la luz? Esa era la
última esperanza que les quedaba para librarse de la oscuridad en el
mundo, asique no podía mostrar sus dudas ante esa realidad.
Estuvieron
hablando hasta bien entrada la noche, después decidieron dormirse a
la luz de una hoguera que habían encendido, a pesar de ser verano
las noches en aquel bosque eran frías. Niva haría la primera
guardia para que los demás durmieran tranquilos.
Marcos
despertó horas después, el fuego aun ardía en el centro del
pequeño claro, Niva había estado avivando las llamas todo ese rato.
Se
incorporó mirando a su alrededor, pero estaba todo muy oscuro para
poder ver mas allá de la luz que ofrecía las llamas de la hoguera,
vio cerca de el a Ruth dormir plácidamente, durante unos segundos
estuvo mirándola con una sonrisa en la boca, acto seguido miró la
hoguera que aun ardía en el centro del claro.
Buscó
con la mirada a Niva que aun debía de estar de guardia, y así era,
la vio unos metros alejada del grupo durmiendo mirando el cielo
estrellado, se encontraba de espaldas al grupo y parecía pensativa.
Marcos se levantó y se acercó en silencio esquivando a Toni.
-
Ya no recuerdo como es dormir tranquilamente-. Dijo Niva antes de que
Marcos llegara a su lado, a este no le sorprendió lo mas mínimo que
le hubiera escuchado acercarse a pesar de haber sido lo mas sigiloso
posible.
-
Yo no recuerdo lo que es comer decentemente-. El joven se sentó a su
lado y se puso al igual que ella a mirar las estrellas.
-
Tengo una extraña sensación desde hace tiempo-. Dijo el hada sin
dejar de mirar el cielo, Marcos giró la cabeza y continuó en
silencio esperando la continuación de la frase.- No creo que todo
esto vaya a algún lado-.
-
¿Por que lo dices? Cada vez estamos mas cerca de nuestro objetivo-.
Le animó Marcos apoyando su mano en el hombro de su amiga.
-
No te mientas a ti mismo ¿Que hemos conseguido durante estos dos
años? Absolutamente nada-.
Marcos
se quedó pensativo, tenía razón, por mucho que habían
investigado, por mucho que habían buscado, solo habían encontrado
muerte y desolación, pero ni rastro del hijo de la oscuridad.
-
Pero no podemos rendirnos, tenemos que seguir indagando-. Dijo
Marcos.- Estoy seguro que tarde o temprano llegaremos a nuestro
objetivo.
-
¿Como lo haces?-. Preguntó, el joven la miró sin comprender.- Para
estar optimista en todo momento, hasta yo, que soy el optimismo en
persona decaigo de vez en cuando, pero tu no, pase lo que pase,
siempre tienes alto el ánimo-.
-
Supongo que me viene de serie-. Se encogió de hombros sonriendo.- Y
te repito, estoy seguro de que llegaremos a nuestro objetivo-. Sonrió
ampliamente pasando el brazo por los hombros de la joven niña.- Y no
solo eso, si no que venceremos-. Esas palabras parecieron subir el
ánimo de Niva por que una amplia sonrisa se le dibujo en su rostro,
esta apoyó la cabeza en su pecho, y así se quedaron hasta que Niva
quedó dormida, el joven la llevó en volandas cerca del fuego y se
sentó algo alejado del grupo a hacer guardia
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